¿En qué nos ayuda la cirugía estética facial?
La cirugía estética facial es el conjunto de procedimientos encargados de ofrecer una mejor apariencia a nuestro rostro, tanto para prevenir como para mejorar nuestra imagen.
Uno de los tratamientos más demandados es el lifting, indicado para los pacientes que quieren mejorar su aspecto, recuperar el tono cutáneo, la luminosidad y los relieves faciales.
La cirugía estética facial proporciona un efecto rejuvenecedor, y devuelve la vitalidad que el tiempo ha hecho desaparecer, dando paso a las arrugas y provocando surcos y pliegues, lo que hace que la expresión pierda su definición.
Son muchas las técnicas quirúrgicas para tratar el envejecimiento facial. Es el cirujano plástico el encargado de analizar que tipo de intervención es la más conveniente de acuerdo a las necesidades y expectativas del paciente.
Lo que debes conocer de la intervención
Como siempre, antes de cualquier intervención, hay que realizar un examen médico previo que detecte cualquier anomalía que indique que la operación está contraindicada.
El cirujano indicará los pasos que deben seguirse en cada momento, realizará una evaluación de la estructura facial, y estudiará la calidad de la piel y el estado de la salud en general.
El tipo de anestesia que se va a utilizar varía de si hay tratamiento en la zona del cuello, en cuyo caso puede utilizarse anestesia general. Si no, es posible hacer uso de anestesia local y sedación.
El proceso de la cirugía varía en función de las áreas de la cara que se quieran mejorar, haciendo énfasis en las zonas más afectadas, la colocación y la extensión de las incisiones, o del uso de técnicas complementarias, así como de la duración de la operación.
Lifting facial
Un lifting facial consta de una sola intervención.
La técnica consiste en reposicionar las capas musculares, la piel y la grasa.
Se retira el tejido sobrante mediante una incisión que comienza en la zona de las sienes, extendiéndolo al interior de las líneas naturales que existen en la oreja y continúa alrededor del lóbulo, detrás de la oreja y del cuero cabelludo.
Es así como las cicatrices quedarán perfectamente camufladas. En la zona del cuello es necesario realizar la incisión bajo el mentón.
Al concentrarse la acción quirúrgica sobre las estructuras musculares, las óseas y las grasas de la cara, consiguiendo así unos resultados más naturales y más duraderos.
Cuando se ha terminado la cirugía, se cierran las heridas dejando unos pequeños tubos bajo la piel para que no se acumule exudo o sangre.
El alta hospitalaria suele efectuarse 48 horas después de la intervención.
Cuándo se retiran los drenajes y las suturas?
Los drenajes se retiran entre 24 y 48 horas después de la operación.
Las suturas de los párpados a los 4-5 días, y los de la cara y la cabeza a los 7-8 días.
El tiempo de ingreso es variable dependiendo de la anestesia utilizada y la extensión del lifting.
El postoperatorio de este tratamiento no es doloroso. Sus molestias suelen controlarse bien con analgésicos, aunque es aconsejable no trabajar y evitar los ejercicios o actividades violentas durante al menos dos semanas.
La piel de la cara va a necesitar cuidados y no se deberá exponer al sol o a rayos UVA en al menos tres meses.
Al principio el aspecto de la cara puede preocupar pero en dos semanas el hinchazón se normaliza y desaparecen las moraduras. Las cicatrices tardarán un poco más pero al final serán prácticamente imperceptibles.